Edad y Fertilidad

 ¿Hasta cuándo nos conservamos fértiles? ¿Hasta cuándo podemos esperar para buscar un embarazo?

Estas son preguntas que la mayoría de las mujeres nos hacemos día tras día. El momento de la vida en que una pareja decide buscar descendencia depende de muchas variables. Ha sido distinta la actitud a lo largo de la historia y es diferente en la actualidad de una sociedad a otra. Incluso dentro de una misma sociedad varía según la clase social y el nivel cultural.
Pero si nos referimos a la sociedad uruguaya a fines del siglo XX y en la actualidad, observamos que el sector de la sociedad con nivel secundario y terciario de educación, elige mayoritariamente, la década de los 30 años como el período ideal para iniciarse en la maternidad y paternidad.

El sentimiento generalizado es que a esa edad, ya están afianzados desde el punto de vista laboral y de la relación de pareja, lo que les permite contar con una sólida base para formar una familia. También a esta edad, las parejas ya han tenido la oportunidad de vivir todas aquellas cosas, que luego de tener un hijo es más difícil poder realizar.
Habitualmente, cuando es posible elegir, deciden tener un hijo cuando ya no tienen “asignaturas pendientes”.

Realmente, tener hijos entre los 30 y los 40 años puede ser una ventaja desde el punto de vista económico y práctico. Es posible que se tengan ingresos más altos y algún ahorro más que a los 20 y pico, y también es posible que para la mujer sea más fácil interrumpir por un tiempo la actividad laboral en esta etapa que al comienzo de la misma.
Pero, dejando de lado los aspectos sociales y económicos del tema, hay que tener en cuenta que la reproducción es una de las funciones biológicas del ser humano y que biología no es igualmente predecible que matemática. Así es, que la posibilidad de reproducirse de un hombre y una mujer, es variable para cada individuo en particular y mucho más variable si tomamos en cuenta las posibilidades de combinación al unirse dos personas.
Sabemos, que con el paso del tiempo, el potencial de fertilidad decrece tanto para la mujer como para el hombre, pero lo que no sabemos, es cuando comienza a disminuir ese potencial en cada persona. Además, hay muchos factores médicos y no médicos, que pueden afectar negativamente la capacidad de reproducirse y muchos de ellos pueden agravarse con el paso del tiempo.

En términos generales, cuando la mujer tiene entre 30 y 40 años, la probabilidad de quedar embarazada es de alrededor del 15 por ciento en un único ciclo con ovulación. Dicho de otro modo, las probabilidades de concebir dentro del año de haber comenzado a intentar son de alrededor del 75 por ciento. Pero hacia finales de la década de los 30 las probabilidades de quedar embarazada dentro del año caen al 65 por ciento.

También hay que tener en cuenta, que el riesgo de aborto espontáneo aumenta paulatinamente a partir de los 30, desde aproximadamente el 12 por ciento para las edades de 30 a 34 hasta el 18 por ciento para las edades de 35 a 39, superándose esta cifra luego de los 40 años.

De hecho, es una realidad que en las dos últimas décadas han aumentado las dificultades para lograr el embarazo y son cada vez más los nacimientos logrados a través de las técnicas de reproducción asistida. La principal causa y muy alejada de otras, es justamente el hecho social de la búsqueda pospuesta de descendencia, para una etapa en la que la pareja es naturalmente menos fértil. Tanto es así, que ha surgido en la práctica médica el Especialista en Reproducción, que atiende no solo a los casos que antes no podían tener hijos (y ahora si gracias a los avances tecnológicos) sino a gran cantidad de parejas que se comportan con menor fertilidad, simplemente porque ha aumentado la edad promedio de ambos integrantes de la pareja al momento de iniciar la búsqueda de embarazo.

En base a estos hechos y a la experiencia lograda en el consultorio de fertilidad surgen algunas recomendaciones:

A) Antes de posponer demasiado la búsqueda de un hijo, habría que asegurarse a través de una consulta y alguna prueba sencilla, que no hay alteraciones que exijan una intervención temprana. Por lo tanto es aconsejable que si, la pareja entró en la década de los 30, y no decide aún la búsqueda de embarazo consulte, para evaluar su situación particular. Esto no significa, que deba practicarse un estudio detenido ni en profundidad de todos los posibles factores de esterilidad, pero sí, un análisis de la historia clínica de ambos y algún examen de laboratorio orientado por la misma, que nos permita diagnosticar o sospechar precozmente una disfunción.

B) No incurrir en el error de pensar que el cumpleaños número 30 es un límite aterrador después del cual van a aparecer problemas de fertilidad. Muchas veces la imposibilidad de lograr las condiciones para buscar un embarazo antes de los 30, pone muy nerviosas a muchas mujeres, creyendo que al cumplir 30 hay “un antes y un después” y que sus posibilidades de lograrlo caen abruptamente. Eso no es así, cuando recién comienza la década de los 30, las probabilidades de quedar embarazada son apenas un poco más bajas que hacia finales de la década de los 20, por lo que no hay motivo para angustiarse pensando que a partir del cumpleaños número 30 algo cambió drásticamente.

C) Si tener un hijo es importante para la pareja, no esperar más allá de los 35 años para buscar descendencia. Hay que tener en cuenta, que es muy diferente la posibilidad de quedar embarazada al cumplir 30 años que cuando está por terminar la década. Se produce una clara caída de la fertilidad entre los 29 y 35 años pero la mayoría de las mujeres de 35 todavía no tienen problemas, sin embargo, a los 38 ó 39 la edad pasa a ser un factor negativo importante.
Para la mayoría de las mujeres, a medida que van avanzando en la década de los 30 y se van acercando a los 40, la fertilidad va cayendo lentamente, pero para alguna de ellas, en algún momento, la caída es abrupta y la reserva de óvulos cae por debajo de un nivel crítico en el que es muy difícil ayudarlas a embarazarse. A veces nos encontramos con parejas que voluntariamente posponen la búsqueda de descendencia (del primer hijo o subsiguientes) para después de los 35 e incluso después de los 40 y en ese momento inician la búsqueda, conscientes de que tienen que apurarse, pero pensando que todavía están a tiempo. En algunos casos, nuestro diagnóstico es que ya es tarde para lograr el hijo biológico. Por supuesto que cada mujer envejece a su propio ritmo pero a los 35, es necesario que la mujer que quiera tener hijos, tome rápidamente la decisión, especialmente si quiere tener más de uno. A la edad de 35 o 36, muchas mujeres sólo necesitan — de ser el caso — una pequeña intervención médica para quedar embarazadas. No obstante, cuando deseen tener el próximo hijo, por ejemplo a los 39, el mismo tratamiento tiene muchas menos posibilidades de ser efectivo.

Pasados los 35 años de la mujer, aparte de la dificultad para lograr el embarazo, también hay que tener en cuenta el riesgo de aborto espontáneo o de un bebé con anomalías cromosómicas (ej. síndrome de Down). Ambos aumentan en frecuencia lentamente con el paso del tiempo. Los riesgos no son significativamente mayores hasta llegar a los 35 años, edad en la que tanto la posibilidad de pérdida del embarazo como de las anomalías cromosómicas comienzan a preocuparnos más. La posibilidad de complicaciones en el embarazo también aumenta a medida que la aumenta la edad materna y el porcentaje de nacimientos por cesárea es más alto para las mujeres de más de 35, ese porcentaje se triplica con relación a las pacientes que tienen su primer hijo entre 20 y 30 años. Este aumento en el porcentaje de cesáreas se debe a complicaciones del embarazo o del trabajo de parto.
Por tanto repetimos, que por múltiples motivos biológicos se aconseja a las parejas, no posponer más allá de los 35 años de la mujer, la búsqueda de embarazo.

Ahora bien, ¿Cuándo es el momento de buscar la ayuda de un especialista?

A) Si ella tiene menos de 35 años y no han logrado el embarazo al mantener relaciones sexuales frecuentes (alrededor de dos o tres veces por semana) sin utilizar ningún método anticonceptivo durante un año, probablemente sea tiempo de hacer una consulta a un especialista en fertilidad.

B) Si ella tiene 35 o más, debería hacer una consulta médica si no logra el embarazo después de haber mantenido relaciones sexuales sin protección durante tres a seis meses.

C) Si conocen alguna razón que les haga sospechar que tendrán problemas para lograr el embarazo, como por ejemplo, si a veces ella tiene faltas menstruales, o si él tuvo alguna afección que le haga sospechar que tenga pocos espermatozoides, sería conveniente que consultaran a un especialista en fertilidad incluso antes de que transcurra un tiempo de búsqueda.

D) Si ella ya cumplió los 30 y prefieren no buscar embarazo por ahora, aunque todo parezca estar bien, la consulta está indicada para saber si hay algún motivo por el cual esté indicado cambiar de planes.

Dra. Marisa Dellepiane
Ginecóloga
Material brindado por www.todopapis.com

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