Fue nuestra primer in vitro

Fue nuestra primer in vitro. Yo trabajaba de 9 a 19 hs del otro lado de la ciudad por el cual ese mes fue una locura, seguimientos foliculares muy temprano a la mañana extracciones de sangre luego, inyectables en casa a la misma hora todo en una carpeta para no olvidarse de nada. Tuvimos suerte de asesorarnos con una pareja con una hija de in vitro que nos transmitió tranquilidad y serenidad. La confianza en el medico tratante es fundamental. Con la medicación que tomé, nunca leí los efectos secundarios porque no quería cuestionarme ni hacerme la idea de todos los síntomas que me ocurrirían en ese período. Mi primer inyectable casi me muero pensé que sería un dolor difícil de superar. Estaba frente al medico y a mi esposo, yo temblaba en la silla del consultorio pero era el primero y vendrían muchos más así que lo tenía que hacer. Al pincharme empecé a reírme no podía creer que no se sintiera NADA. Lo tomé con mucha risa porque de temblar a la risa pase en fracciones de segundos.

El procedimiento fue un éxito nos dio positivo no podíamos creer. Sin embargo dos semanas después me internan de emergencia con un supuesto cólico nefrítico. Me realizan ecografías y detectan que mis ovarios duplicaban el tamaño normal de un ovario estimulado, no se sabe bien que fue pero esa era mi situación. El dolor tan fuerte en la parte inferior de la espalda era insoportable. Ya internada en observación con calmantes para ver si se encontraba mi problema, recuerdo pedir menos calmantes porque mi bebe estaba prendidito y después de un tratamiento positivo no podía bajar los brazos. La doctora me advirtió que antes de los tres meses los calmantes fuertes no le afectaba a mi bebe pero por las dudas igualmente pedía la mitad de la dosis. Seis días de clexane y deciden esperar 24 horas sin esa medicación para realizarme una laparoscopía y descubrir que tenía. Antes de entrar a cirugía me advierten que el valor del Beta HCG no está bien por lo tanto si lo pierdo que no piense que fue por la intervención. Salgo de la sala de cirugía y el medico me informa que me quitaron un ovario porque tenía una doble torsión ovárica y que no lo pudieron recuperar. Lo primero que pensé fue en el bebe como estaba y como seguiría después de todo esto. Pero el valor efectivamente bajó más aún el día siguiente de la operación.

Lloré mucho, es un dolor que no se explica. Me repitieron los exámenes de sangre y esa tarde me traen el resultado final. Mi doctora me llama para darnos la noticia más feliz de nuestras vidas… lloré mucho pero esta vez fue de alegría. Hoy tenemos a un niño fuerte y sano de dos años y medio en casa.

Compartilo: